El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil. Esta fecha, instituida por la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer desde el año 2001, tiene como principal objetivo concientizar a la sociedad sobre la importancia de esta enfermedad, el diagnóstico temprano de la misma y el acceso a un tratamiento adecuado.
En nuestro país la incidencia de esta enfermedad, con sus distintas variantes, se ha mantenido estable en los últimos 17 años. Las estadísticas reflejan que aproximadamente se registran 129.9 casos por millón de niños (un promedio anual de 1320 niños con cáncer). El 80% de los pacientes son atendidos en hospitales públicos y casi el 50% de ellos deben ser trasladados a clínicas privadas o centros de atención de mayor complejidad durante su tratamiento. Estos datos constituyen una información actual, de suma importancia para el abordaje de políticas públicas de promoción, prevención y atención de las enfermedades oncológicas en nuestro país.
En cuanto a la sobrevida de niños afectados por esta patología, según los datos del Registro Oncopedrátrico Hospitalario Argentino (ROHA) dependiente del Instituto Nacional del Cáncer (INC), ha aumentado notablemente en los últimos años, siendo del 72,4% para niños entre 0 y 15 años de edad. Si bien estos valores son inferiores al resto de los países desarrollados, la clave para mejorar dicha situación, según el Programa Nacional de Cuidado Integral del Niño y Adolescente con Cáncer (PROCUINCA), es la capacitación de los diferentes agentes de salud para un diagnóstico temprano de la enfermedad, lo cual posibilita un tratamiento adecuado en tiempo y forma.
Actualmente, los puntos sobre los cuales debe realizarse mayor hincapié, y a los que deben ir dirigidas las políticas de salud, son la demora en el diagnóstico, la dificultad en la eficiencia de las derivaciones y, en algunos casos, la falta de cuidado integral del paciente. En relación a este último ítem, y en el marco de los derechos del niño, se destacan algunos derechos a tener en cuenta durante este tipo particular de situaciones:
- Derecho al descanso, esparcimiento y juego durante el tratamiento.
- Derecho a volver a su casa cuando el tratamiento lo permita.
- Derecho a la educación y continuidad escolar a través de los medios habilitados para tal fin.
- Derecho al conocimiento de lo que les sucede, principalmente a partir de los 5 años de edad para evitar ansiedad y miedo.
- Derecho al alivio del dolor durante su tratamiento.
- Derecho a tomar decisiones en cuestiones diarias que no alteren el tratamiento pero que lo vuelvan más confortable.
Los registros nacionales indican que los tipos de cáncer más habituales en niños son las leucemias, tumores cerebrales y tumores sólidos. Por su condición fisiológica y metabólica, en comparación con los adultos, los niños presentan una mayor tolerancia a tratamientos agresivos y una mejor capacidad de recuperación. Sin embargo el diagnóstico temprano constituye el elemento estratégico esencial en oncopediatría.
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