El Día Internacional de las Personas Mayores se celebra cada 1 de Octubre desde el año 1991. Esta fecha se proclamó el día 14 de diciembre de 1990, en la Asamblea General, en su Res 45/106, a partir de una iniciativa de las Naciones Unidas a través del Plan de Acción aprobado en la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en Viena en 1982 y respaldado, el mismo año, por la Asamblea General.
Este día se estableció con el objeto de favorecer la toma de conciencia sobre la prolongación de la vida y el valor que esto tiene. Además, se busca mostrar la necesidad de trabajar para lograr sociedades inclusivas, integradoras y más justas.
La pandemia actual que azota al mundo tiene como principal victimario a este grupo de la sociedad, quien se encuentra más desprotegido en función del deterioro natural del sistema inmunológico y menor capacidad de recuperación. En tal sentido, el Director Nacional de Políticas para Adultos Mayores, Tomás Pessacq, pronunció que el COVID-19 ha afectado con mayor gravedad a personas de más de 60 años, por lo que fueron consideradas como uno de los principales “grupos de riesgo” en este contexto. No obstante, es oportuno destacar que, al mismo tiempo, el hecho de ser personas mayores no implica que todas sean “frágiles” o “débiles”.
La agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, reconocen que el desarrollo solo se puede lograr si incluye a todas las edades. Entre los objetivos para alcanzar esta igualdad en la edad y que las personas mayores no sean discriminadas podemos mencionar:
- Sensibilizar sobre las desigualdades durante la vejez e incidir en cómo estas reflejan la suma de desventajas a lo largo de la vida. En este aspecto se resalta el riesgo intergeneracional de un incremento de la desigualdad durante la vejez.
- Concienciar sobre la urgencia de hacer frente tanto a las desigualdades a las que se enfrentan actualmente las personas mayores; como en la necesidad de trabajar para prevenir las que surgirán en el futuro.
- Explorar los cambios sociales y estructurales en el marco de las políticas del curso de la vida, tales como el aprendizaje permanente, medidas laborales proactivas y adaptativas, protección social y cobertura sanitaria universal.
- Reflexionar sobre las prácticas, lecciones aprendidas y el progreso alcanzado en la eliminación de las desigualdades a las que hace frente las personas de edad avanzada, así como evaluar los esfuerzos encaminados a alterar las narrativas negativas y los estereotipos que afectan a la vejez.
En función de estos elementos, este día representa la ocasión perfecta para destacar los importantes aportes que nuestros mayores hacen a la sociedad y crear conciencia sobre las oportunidades y los desafíos del envejecimiento en el mundo de hoy, reflexionando sobre la importancia de desarrollar políticas orientadas a mejorar la calidad de vida de la población de adultos mayores.