Como todos los años desde 1961, se celebra en nuestro país el día del profesional bioquímico, recordando el nacimiento del doctor Juan Antonio Sánchez, propulsor de la instauración de una profesión con fuertes bases científicas y profesionales.
Para nosotros, no se trata de una fecha más.
Por eso, queremos tomarnos el tiempo necesario para reflexionar sobre el rol que cumple esta profesión en el campo de la salud, y para destacar el invalorable trabajo que realizan, en forma muchas veces silenciosa, tantos hombres y mujeres en nuestros hospitales, en laboratorios y en el campo de la investigación.
La pandemia que sorprendió al mundo entero de forma imprevisible en los últimos meses, puso de manifiesto para muchos de nosotros, la importancia decisiva de la práctica bioquímica. Aunque en los medios masivos de comunicación sólo se hable de números y de resultados, de casos positivos o descartados, detrás de esos datos hay un equipo de científicos; profesionales bioquímicos que, gracias a su capacidad de interpretación y de análisis, logran entregar un informe preciso y confiable.
Para acercarnos un poco más a esta realidad casi desconocida, quisimos entrevistar a un grupo de profesionales y estudiantes de bioquímica. Nos acercamos a ellos dentro de las posibilidades que hoy tenemos, aunque de verdad nos hubiera encantado poder visitarlos en su tarea cotidiana para verlos más de cerca.
«Creo que la comunidad no conoce mucho nuestra tarea; los periodistas generalmente hablan del equipo de salud como compuesto solo de médicos y enfermeros», dice Alicia. Y continúa: «muchas veces el desconocimiento hace que no se valorice como corresponde el rol del bioquímico, tanto en salud como en investigación»
Alicia eligió esta profesión por su interés en conocer lo que ocurre en el interior de nuestro cuerpo, en los procesos y cambios químicos que se producen. Hoy reconoce que «no hay mayor satisfacción que poder lograr el agradecimiento y satisfacción de una persona mediante un análisis oportuno y bien realizado»
«En general se desconoce la preparación científica que tenemos», nos cuentan Laura y Pablo. «Nos ven como simples técnicos, nuestro trabajo es muy puertas adentro. Entregar un resultado de calidad implica interpretar controles de calidad internos y externos, curvas de calibración, y sobre todo interpretar el resultado que sale del laboratorio en su conjunto y teniendo en cuenta la etapa pre analítica: qué sabemos del paciente, si el paciente cumplió con las indicaciones previas al análisis, si la muestra fue obtenida de la forma correcta»
Parte del equipo de salud
Por lo general, el vínculo del paciente con los equipo de salud, se limita a la relación con el cuerpo médico. Y el paciente suele desconocer lo que está detrás.
«Nosotros ayudamos a los médicos a diagnosticar enfermedades», nos cuneta Julieta. «Damos información sobre el estado bioquímico del cuerpo. En la mayoría de los casos detectamos patologías que no manifestaron síntomas. Dentro del sistema de salud somos bien reconocidos y necesarios; fuera de él, no siempre.»
Julieta eligió esta profesión por su pasión por los experimentos y la biología, desde muy chica, cuando a los cinco años le regalaron su primer microscopio. «Ahora lo que me apasiona es acompañar al enfermo desde lo profesional y lo humano. En especial en esta pandemia agradezco estar en “el frente“ acompañando a los pacientes aislados, a la gente preocupada que va al hospital, estoy en un lugar de privilegio»
Más allá de los hospitales
Las incumbencias de la bioquímica son muchas. Más allá del trabajo de laboratorio y de la interpretación calificada, existe un amplio espectro de actividades donde el rol de esta profesión y su aporte resultan imprescindibles.
Muchos organismos y establecimientos públicos y privados cuentan entre sus integrantes con profesionales bioquímicos. Pablo y Laura nos asesoran que «Un bioquímico puede asimismo integrar organismos específicos de legislación y actuar como director, asesor, consultor, auditor y perito, desempeñándose en cargos, funciones y comisiones en organismos públicos y privados, nacionales e internacionales, que entiendan en control de gestión y demás problemas de su competencia» Ellos son parte fundamental el procesos de elaboración de normas, y en la planificación, ejecución y evaluación de acciones sanitarias, e integran cuerpos científicos en industrias farmacéuticas y biotecnológicas en las áreas de su competencia.
«La nuestra es una profesión sin techo, sin límites», nos cuentan Andrés y Betina. «Los conocimientos avanzan más rápido que la tecnología para ponerlos al descubierto; por lo cual la profesión se convierte en un desafío constante»
En la Universidad
Los futuros profesionales de la bioquímica, muchos chicos y chicas que se están preparando en las Universidades de nuestro país, tendrán la singular experiencia de haber transitado esta etapa en la época de una pandemia que paralizó al mundo entero.
El aislamiento ha provocado que no puedan realizar las prácticas y el proceso de conocimiento en los laboratorios con los instrumentos necesarios. «Es muy difícil estudiar esta carrera sin la práctica en los laboratorios, los cuales son nuestra área de trabajo diaria en la universidad y por supuesto, en un futuro, aún más» reconoce y advierte Agustina, estudiante de la carrera de bioquímica en la Universidad Nacional del Sur.
Sin embargo, los mismos estudiantes de esta reconocida institución académica que reside en ciudad de Bahía Blanca nos trasmiten que esta situación parece haberlos hecho aún más amantes de su futura profesión.
«Lo que me hizo elegir esta carrera es que pertenece al ámbito de la salud y que también sé que con ella puedo ayudar a miles y millones de personas», nos cuenta Selena. Ella está cursando el tercer año de la carrera. Y tiene una perspectiva clara: «La población en general no se entera del esfuerzo que realizan los bioquímicos en toda esta situación de pandemia. Siento que somos, en una gran parte, los más expuestos y afectados cuando se presentan situaciones como estas, ya que estamos en continuo contacto con la enfermedad y en lugares de alto riesgo»
Andrés, estudiante de 25 años, revaloriza con entusiasmo el accionar del bioquímico durante la pandemia: «es el que extrae la sangre, realiza los hisopados, procesa las muestras y después arroja los resultados». Destaca cómo formación que reciben durante los estudios se ve claramente reflejada en las acciones concretas llevadas adelante durante este período de alcance mundial: «en el CONICET de Bahía Blanca se crearon los test de COVID-19 con una técnica de biología molecular más compleja, pero, sin embargo, más rápida y económica que la ya existente»
Aporte multidisciplinario
Queda claro y es indiscutible que toda actividad, entre las cuales las relacionadas con la salud no quedan exentas, se necesita de un aporte multidisciplinario para conseguir mejores resultados.
La labor del bioquímico constituye una de las actividades con aportes fundamentales dentro de sus diferentes áreas de incumbencia. Ya sea desde el desarrollo de ciencia básica en un laboratorio de investigación hasta el trabajo directo con pacientes dentro de una sala de extracción, su accionar constituye un eslabón imprescindible dentro del gran enjambre que constituyen las ciencias de la salud y el avance de la medicina moderna.
“El Doctorado en Bioquímica propendió a realzar los valimientos de la carrera farmacéutica y a constituir no un doctorado más, sino a realizar la aspiración legítima de sellar la hermandad científica entre el bioquímico y el médico.”
Juan Antonio Sánchez, 1871-1953
Agradecimientos
Agradecemos la colaboración de los siguientes profesionales y estudiantes de bioquímica, que brindaron su tiempo, conocimiento y experiencia en forma desinteresada para, de esta manera, realizar este humilde reconocimiento a la tarea del bioquímico en tiempos de pandemia: Alicia Bonnano, Pablo Martinez, Laura Fernández, Julieta Eliceche, Andrés, Betina, Selena, Agustina y Andrés.