El día del médico se celebra en nuestro país cada 3 de diciembre desde 1956, cuando la Confederación Médica Argentina y el Gobierno Nacional de la República Argentina oficializaron la fecha por decreto.
Más allá de la reconocida importancia de la profesión en la sociedad, este día fue establecido en honor a Juan Finley Borrés, médico cubano (1833-1915) que confirmó la teoría sobre la propagación de la fiebre amarilla a través de una noxa biológica, el mosquito Aedes aegipty. Los resultados de sus estudios permitieron, a partir de allí, salvar millones de vidas.
Nuestro país constituye uno de los países con mayor cantidad de médicos por habitante, con más de 216 000 médicos matriculados. El estudio refleja también el proceso de feminización de la profesión, pues el 74 % de los residentes nacionales son mujeres.
Hoy el mundo se encuentra en un nuevo desafío, en el cual los médicos constituyen un eslabón fundamental en el proceso de diagnóstico, tratamiento y recuperación frente al COVID-19. Esta función crucial quedó reflejada en las grandes falencias que presentaron muchos países para enfrentarse a esta pandemia y en el bajo número de especialistas preparados para luchar en post de la salud de la población.
Ante esta situación el personal médico se vio expuesto por la falta de conciencia social, la escasez de protección personal y el exceso de trabajo. Sin embargo quedó en evidencia que la tarea del médico va más allá de curar al paciente y toma dimensiones en lo emocional, la entrega y la solidaridad. El médico, sumada a su tarea científica específica, debe contener también a los familiares, situación cuya complejidad quedó también en evidencia durante la pandemia.
Hoy más que nunca, dedicarse a la medicina es tener que ver al otro y anteponer sus necesidades a las propias (Dra. Cuevas, Expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires ).
¡Feliz día a todos los médicos!