El día mundial de la meningitis pretende informar a toda la población sobre esta infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Esta patología es causada por bacterias de diferentes cepas y es responsable de importantes daños cerebrales, siendo mortal en el 50% de los casos no tratados.
La bacteria puede transmitirse por vía aérea a través de pequeñas gotas de secreciones respiratorias o de la garganta. El contacto estrecho con una persona infectada aumenta la propagación de la enfermedad. En los niños, es muy común que la transmisión se realice a través de la mucosa de la boca o la respiración, mientras que en jóvenes y adultos puede ocurrir por medio de la tos, el beso o ingerir alimentos o bebidas que hayan sido tocadas por una persona infectada.
El periodo de incubación medio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días. La enfermedad meningocócica puede ser mortal y debe considerarse siempre como una urgencia médica. El tratamiento antibiótico apropiado debe comenzar lo antes posible pero es indispensable la prevención a través de la vacunación durante los primeros seis años de vida.
El mayor inconveniente de la meningitis es que sus síntomas son difíciles de detectar a tiempo y suelen aparecer cuando la enfermedad ya está instalada. Por eso resulta de vital importancia saber reconocer sus síntomas, para un tratamiento rápido y efectivo.
Los principales síntomas que suelen aparecer son:
- Fiebre alta.
- Dolor de cabeza intenso.
- Rigidez de la nuca.
- Vómitos bruscos.
- Pérdida de consciencia.
- Agitación, delirio y/o convulsiones.
- Manchas de color rojo-púrpura en la piel (petequias que han evolucionado).