Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis para incrementar la concientización pública sobre las devastadoras consecuencias, sociales y económicas de esta enfermedad.
A través de esta fecha se recuerda cuando en 1882 el Dr. Robert Koch descubrió el Mycobacterium tuberculosis, el bacilo que causa la tuberculosis (TB). Esta enfermedad infecciosa suele afectar a los pulmones. Se transmite de una persona a otra a través de gotitas de aerosol suspendidas en el aire, expulsadas por personas con enfermedad pulmonar activa. Suele ser asintomática en personas sanas, mientras que en los casos activos se destaca por tos, a veces con esputo que puede ser sanguinolento, dolor torácico, debilidad, pérdida de peso, fiebre y sudoración nocturna.
Es muy importante la toma de conciencia, debido a que la tuberculosis es una enfermedad prevenible y curable. Sin embargo sigue siendo aún hoy uno de los principales problemas de salud pública en el mundo.
Aun cuando en nuestro país ha descendido la tasa de casos anuales, continua existiendo una gran brecha entre distintas regiones, con elevada concentración de casos en determinadas provincias como Salta, Jujuy y Formosa cuyas tasas duplican prácticamente la media nacional; a su vez, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires notifican la mitad de los casos de todo el país. Este panorama de desigual distribución de la enfermedad en nuestro país dibuja por lo tanto un escenario epidemiológico preocupante, que requiere especial atención.
La campaña de este año de la OMS se centra en acelerar el compromiso para terminar con la tuberculosis en seguimiento a la Declaración de la Reunión de Alto Nivel de Naciones Unidas del 2018. Es necesario elaborar respuestas más eficaces, en especial en tuberculosis infantil, co-infección TB-VIH y multirresistencia, fortaleciendo las líneas estratégicas de los programas nacionales a través de una atención de calidad, cada vez más accesible y centrada en las personas, y de actividades de promoción, comunicación y movilización social.
Puntos importantes a tener en cuenta:
– La TBC tiene cura, sobre todo si su detección es temprana y el tratamiento es adecuado
– Es fundamental la aplicación de la vacuna BCG al nacer, como única dosis en la vida, para evitar la aparición de formas graves como meningitis por TBC. No previene la enfermedad solo las formas graves en los pacientes más vulnerables como son los niños y recién nacidos.
– Todo paciente tratado correctamente no contagia. Por ello es muy importante el diagnóstico precoz y el cumplimiento total del tratamiento, que dura como mínimo 6 meses (según cada caso).
– Contrariamente a lo que se piensa, la tuberculosis no está erradicada: continúa siendo un problema de Salud Pública para la Argentina, con una notificación anual que supera los 10.000 casos y cerca de 700 muertes por esta enfermedad (698 casos letales durante el año 2009, según las últimas estadísticas.