Se llama alimentación al acto de proporcionar al cuerpo alimentos e ingerirlos. Es un proceso consciente y voluntario, y por lo tanto está en nuestras manos modificarlo. La calidad de la alimentación depende principalmente de factores económicos y culturales.
Este proceso es de suma importancia ya que se encuentra íntimamente relaciona o forma parte de la nutrición, la cual se entiende como el conjunto de procesos fisiológicos por los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Este último constituye un proceso involuntario e inconsciente que depende de procesos corporales como la digestión, la absorción y el transporte de los nutrientes de los alimentos hasta los tejidos.
Este año, las Naciones Unidas invitan a reflexionar y revivir el aprecio por algo que muchos “dan por sentado y que otros no tienen”, la comida, esencia de la vida y base de culturas y comunidades, y para rendir tributo a todas las personas que participan en el proceso para proveerla alrededor del mundo.
En un mundo donde la falta de alimento para algunos sectores continua siendo un factor cotidiano, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) asegura que preservar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos es y seguirá siendo una parte esencial de la respuesta a la pandemia de COVID-19, en particular para las comunidades pobres y vulnerables, que son las más afectadas las crisis económicas resultantes.
“En un mundo de abundancia, es una afrenta grave que cientos de millones se acuesten con hambre cada noche”, expresó el Secretario General de la ONU en un mensaje en video para el Día Mundial.
Abastecer de alimentos nutritivos a toda la población mundial y garantizar la distribución equitativa de los mismos se presenta como un desafío que debe asumirse en conjunto por autoridades, productores y consumidores.
Cada uno cumple un rol fundamental y puede aportar ideas que contribuyan a combatir este déficit en la producción. Para la FAO es esencial la formación intensiva para mejorar las habilidades de los agricultores, dar voz a sus necesidades y propuestas, e incentivarlos para fomentar la producción de alimentos nutritivos y diversos.
“En este Día Mundial de la Alimentación, asumamos el compromiso de “Crecer, nutrir y preservar. Juntos» propone el secretario de la FAO.