El Día Internacional de la Enfermería o Día Internacional del Enfermero, promovido por el Consejo Internacional de Enfermería, se celebra en todo el mundo cada 12 de mayo, conmemorando el nacimiento de Florence Nightingale, considerada “fundadora” de la enfermería moderna.
En nuestro país la fecha designada para tal conmemoración es el 21 de noviembre. A diferencia del resto del mundo, se recuerda la fecha de 1953 en la que se fundó la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicas de Enfermería, que nuclea a las enfermeras y enfermeros argentinos.
Una enfermera o enfermero es un profesional de la salud al servicio de la comunidad. Su capacitación le permite prestar servicios en la prevención de las enfermedades, promoción, protección, y recuperación de la salud, así como en la rehabilitación ya sea individual, familiar y comunitaria. Es decir, está orientada en lo asistencial, administrativa, docente y de investigación.
Son numerosas las actividades que realizan los enfermeros en post de promover la salud de la población. Además de ayudar a prevenir enfermedades y educar al público sobre asuntos de la salud, apoyan a los pacientes enfermos, tanto física, como mentalmente.
Proporcionan atención al lado de la cama a los pacientes hospitalizados, vigilan todos los aspectos de la atención a los pacientes, proveen el tratamiento y dan medicamentos a los pacientes, evalúan y registran sus síntomas y anotan sus reacciones y progresos, aplican vendajes a las heridas, dan inyecciones o medicinas y ayudan en cirugías menores.
Las Enfermeras de Atención a Domicilio proveen atención médica en los hogares de los pacientes actuando como intermediarias entre los médicos, el hospital, el personal y los pacientes.
Por sobre todas las cosas, en tiempos actuales de pandemia, hay que destacar el trabajo que realizan a la par del personal médico para reducir la incidencia de enfermedades infecciosas y ayudar en los esfuerzos de cuarentena.
Por todo esto se destaca a la actividad de enfermería como uno de los pilares en el desarrollo de la salud y la asistencia. Es de vital importancia para que la población reciba un nivel de atención adecuado a las necesidades y totalmente irremplazable.
El reconocimiento social es importante y aumenta en función de lograr una identidad profesional consolidada con la formación y la generación de conocimiento mediante la investigación.
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