El Día del Trabajador es un acontecimiento que se celebra a nivel mundial cada primero de mayo. En esta fecha se conmemoran los logros alcanzados para que, la jornada y las condiciones laborales de hoy en día, respeten ciertos parámetros que cuidan la salud y la integridad física y psicológica de todo trabajador.
Su origen data del 1886, cuando en Estados Unidos un grupo de trabajadores exigió que el límite de la jornada laboral sea de 8 horas. Por tal motivo se realizaron huelgas y movilizaciones simultáneas en varias ciudades, en las que participaron más de 400.000 obreros. En las movilizaciones se originaron duros y sangrientos enfrentamientos con la policía. Tras estallar un artefacto explosivo que provocó la muerte de siete policías y muchos más heridos, el gobierno declaró estado de sitio. En los días posteriores fueron detenidos varios huelguistas y cinco trabajadores fueron condenados a la horca, “los mártires de Chicago”.
El lema, que también se extendió a otros países fue: “Ocho horas para el trabajo, ocho para el sueño y ocho para la casa”. Por ese entonces, era habitual que los empleados tuvieran que cumplir con jornadas de 12, 16 y hasta 18 horas diarias.
A partir de allí la concepción meramente productiva del trabajo se vio alterada y comenzó a tomar mayor relevancia el derecho de los trabajadores. Toda persona tiene derecho al trabajo ya que es la base para la realización de otros derechos humanos y permite alcanzar una vida en dignidad, al involucrar la oportunidad de ganarse la vida mediante una actividad libremente escogida o aceptada.
Hoy en día, en los países afectados por el brote de Covid-19, la actividad laboral ha exigido que las condiciones de trabajo de muchas personas se vea modificada, provocando el aislamiento en el hogar y la masificación del trabajo remoto a través de las redes. Sin embargo, millones de personas en el mundo se han visto obligadas a abandonar su actividad, quedando sin trabajo.
Ante esta situación, diferentes países planearon estrategias que permitan asistir a los trabajadores y sus familias. En nuestro país se lanzó el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, que posterga y reduce el pago de contribuciones al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y el pago de un salario complementario para los trabajadores en relación de dependencia.